¿Cuántos libros tiene al Antiguo Testamento?
Lo primero que debo explicar es que para el tiempo del señor Jesús, el antiguo testamento tenía un canon cerrado en el corazón del Pueblo de Dios. La tradición judía adjudica la estructuración del Canon del Antiguo Testamento a Esdras. Según esa tradición los judíos clasifican el Antiguo Testamento en tres partes: La Torah (la ley), Nebiim (los profetas) y Ketubim (los escritos) de los cuales el más representativo es Los Salmos, de tal manera que a esta sección se le conozca muchas veces como Los Salmos aunque abarque a todos estos escritos.
La prueba más grande de esto viene de la boca del Señor, cuando en Lucas 24:44 dice: "Después Jesús les dijo: "Esto es lo que Yo les decía cuando todavía estaba con ustedes: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre Mí está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos."
El autor de Eclesiástico, un libro hebreo fuera del canon, para el tiempo en que se elabora la septuaginta ya reconocía las tres divisiones del Antiguo Testamento, es decir que los judíos de su tiempo, sabían que libros eran inspirados y cuales eran solo parte de su patrimonio cultural. El escribe en el prólogo de su obra Sirácida o Eclesiástico: “La ley, los profetas y los demás libros que fueron escritos después, nos han trasmitido muchas y grandes enseñanzas. Por eso hay que felicitar al pueblo de Israel por su instrucción y sabiduría. Los que leen las Escrituras tienen el deber no solamente de adquirir ellos mismos muchos conocimientos, sino que deben ser capaces de ayudar, tanto de palabra como por escrito, a quienes no han recibido esta instrucción. Así lo hizo mi abuelo Jesús. En primer lugar se dedicó de lleno a la lectura de la ley y los profetas, y de los demás libros recibidos de nuestros antepasados, y alcanzó un conocimiento muy grande de ellos; y luego él mismo se sintió movido a escribir un libro sobre la instrucción y la sabiduría, para que, practicando sus enseñanzas, las personas deseosas de aprender puedan hacer mayores progresos viviendo de acuerdo con la ley”.
Podemos concluir que estas subdivisiones están reconocidas desde la septuaginta y por la boca del mismo Señor. Y nos es dificil de entender, ya que la misma palabra con que se denomina al Antiguo Testamento en Hebreo respalda esto. Se dice TaNaK, T por Torah (la ley), N por Nebiim (los Profetas) y K por Ketubim (los escritos).
Aproximadamente en el año 90, después que el templo de Jerusalén fuera destruido por los romanos, había establecido en Jamnia o Yabneh, provincia situada entre Jope y Asquelon, un grupo de maestros de la ley, que temiendo por la vida espiritual del pueblo judío, se propusieron reafirmar que libros eran inspirados por Dios. Así es como nace el texto base de las biblias que contienen 39 libros en el antiguo testamento, el famoso Texto Masorético, una obra tan confiable que aún en la actualidad con los descubrimientos más recientes en cuanto a manuscritos antiguos, sigue al parecer inalterable. Para los judíos de ese tiempo, como Josefo, que escribe en el año 95, la TNK tenía 22 libros, como las letras del alfabeto hebreo. Él escribe en Contra Apión, Libro I, párrafo 8: “Por esto entre nosotros no hay multitud de libros que discrepan y disienten entre sí; sino solamente veintidós libros, que abarcan la historia de todo tiempo y que, con razón, se consideran divinos... Esto evidencia por qué tenemos en tanta veneración a nuestros libros. A pesar de los siglos transcurridos, nadie se ha atrevido a agregarles nada, o quitarles o cambiarlos. Todos los judíos, ya desde su nacimiento, consideran que ellos contienen la voluntad de Dios; que hay que respetarlos y, si fuera necesario, morir con placer en su defensa.”
Entonces el canon hebreo establecido se divide en Torah, Nebiim y Ketubim y hacen un total de 22 libros como hay 22 letras en el Alefato: Actualmente se divide asi la Tanaj (TNK).
Torah
La primera sección, la Torah tiene cinco libros, aunque no se llamaban así:
1. Bereshit (Génesis)
2. Shemot (Éxodo)
3. Vayikra (Levítico)
4. Bamidbar (Números)
5. Devarim (Deuteronomio).
1. Bereshit (Génesis)
2. Shemot (Éxodo)
3. Vayikra (Levítico)
4. Bamidbar (Números)
5. Devarim (Deuteronomio).
Nebiim
La sección de los ocho libros de los profetas o Nebiim se divide en dos: Los profetas anteriores, en los que figuran:
1. Yehoshúa (Josué)
2. Shoftim (Jueces, Incluye Rut)
3. Shemuel (1 y 2 Samuel)
4. Melajim (1 y 2 Reyes)
y Los profetas posteriores:
5. Yeshayahu (Isaías)
6. Yirmiyahu (Jeremías incluyendo Eijá o lamentaciones)
7. Yejezkel (Ezequiel)
8. Trei Asar (Contiene los Doce Profetas Menores).
1. Yehoshúa (Josué)
2. Shoftim (Jueces, Incluye Rut)
3. Shemuel (1 y 2 Samuel)
4. Melajim (1 y 2 Reyes)
y Los profetas posteriores:
5. Yeshayahu (Isaías)
6. Yirmiyahu (Jeremías incluyendo Eijá o lamentaciones)
7. Yejezkel (Ezequiel)
8. Trei Asar (Contiene los Doce Profetas Menores).
Ketubim
La Tercera sección de la Biblia hebrea se conoce como Ketubim (escritos) e incluye nueve libros:
1. Tehilim (Salmos)
2. Mishlei (Proverbios)
3. Yob (Job)
4. Shir HaShirim (Cantar de los cantares)
5. Cohélet (Eclesiastés)
6. Ester
7. Daniyel (Daniel)
8. Ezrá (Esdras, Incluye Nejemiá o Nehemías)
9. Divrei Hayamim (1 y 2 Crónicas).
1. Tehilim (Salmos)
2. Mishlei (Proverbios)
3. Yob (Job)
4. Shir HaShirim (Cantar de los cantares)
5. Cohélet (Eclesiastés)
6. Ester
7. Daniyel (Daniel)
8. Ezrá (Esdras, Incluye Nejemiá o Nehemías)
9. Divrei Hayamim (1 y 2 Crónicas).
Si sumamos 5+8+9 nos da como resultado 22, como el alfabeto hebreo. Ahora si comparamos este canon con las biblias que algunos llaman evangélicas, son los mismos libros que fueron aprobados por los judíos en el sínodo de Jamnia.
Porque entonces en las biblias modernas aparecen 39 y no 22. Es fácil, porque en nuestras biblias se ordenaron los libros de acuerdo al tema en una forma distinta que en el caso de los judíos, lo que no altera su mensaje. La diferencia en número se basa en la separación de los doce profetas menores y, dividir en dos libros Samuel, Reyes, Crónicas, Esdras-Nehemías, Jueces-Rut y Jeremías-Lamentaciones.
Es importante aclarar que para algunos grupos Judíos el antiguo testamento tiene 24 libros y no solo 22, ya que ellos incluyen en esta sección los libros de Rut y Lamentaciones separados de su contexto original, y los incluyen en una subsección denominada los cinco rollos, mismo que se leían anualmente en diferentes fiestas. Veamos:
• Cantares en la Pascua, aplicándose alegóricamente al Éxodo.
• Rut en Pentecostés, para celebrar la siega
• Ester en Purim, para conmemorar la liberación de mano de Amán.
• Eclesiastés en la alegre fiesta de los Tabernáculos.
• Lamentaciones el 9 de Abib, que conmemora la destrucción de Jerusalén.
• Rut en Pentecostés, para celebrar la siega
• Ester en Purim, para conmemorar la liberación de mano de Amán.
• Eclesiastés en la alegre fiesta de los Tabernáculos.
• Lamentaciones el 9 de Abib, que conmemora la destrucción de Jerusalén.
¿Por qué algunas Biblias tienen más libros en el Antiguo Testamento?
La razón es simple, es porque las “Biblias Católicas” son una traducción derivada de la versión griega del antiguo testamento llamada la “Septuaginta”. Josefo, el historiador Judío, nos cuenta que fue hecha en Alejandría por órdenes de Ptolomeo II Filadelfo. Explica que 72 ancianos en un período de 72 días tradujeron el Pentateuco o la ley. Cien años más tarde se terminó de traducir no solo el antiguo testamento, sino algunos documentos culturales muy valiosos.
Más tarde, por influencia de Agustín, en el año 393 se lleva a cabo el Concilio Católico de Hipona donde se reconocen por parte de algunos religiosos un canon bíblico que tomaba en cuenta los libros publicados en la Septuaginta, el problema es que en esa traducción se incluyeron muchos libros y no solo los inspirados.
Hasta el siglo II, se usaba por parte de un grupo romano la llamada “Ítala Antigua o Vetus Latina” que era una traducción al latín de la septuaginta.
Por órdenes del papa Dámaso, en el siglo IV, Jerónimo creó una nueva versión basada en la septuaginta y la Veta Latina; se le llamó La Vulgata Latina. La iglesia católica por temor al movimiento reformista oficializó esta obra en 1545 en el famoso concilio de Trento. El Papa Juan Pablo II aprobó y promulgó una nueva edición de la Vulgata Latina llamada la “Neovulgata”, la edición típica salió en 1979. El Papa lo hizo así para que esta nueva versión sirva como base para hacer traducciones de la Biblia a las lenguas modernas y para realizar estudios bíblicos. Todas las biblias católicas deben llevar la revisión y aprobación del Vaticano.
Sin embargo, hay que entender que la septuaginta fue un esfuerzo por coleccionar documentos propios del pueblo judío y no la elaboración de un canon. Esto se ve porque participaron eruditos, pero jamás siervos de Dios. Las palabras del prólogo de Sirácida o Eclesiástico nos dicen claramente que para el tiempo de la septuaginta ya se sabía cuales libros eran inspirados. El traductor escribe: “La ley, los profetas y los demás libros que fueron escritos después, nos han trasmitido muchas y grandes enseñanzas. Por eso hay que felicitar al pueblo de Israel por su instrucción y sabiduría. Los que leen las Escrituras tienen el deber no solamente de adquirir ellos mismos muchos conocimientos, sino que deben ser capaces de ayudar, tanto de palabra como por escrito, a quienes no han recibido esta instrucción. Así lo hizo mi abuelo Jesús. En primer lugar se dedicó de lleno a la lectura de la ley y los profetas, y de los demás libros recibidos de nuestros antepasados, y alcanzó un conocimiento muy grande de ellos; y luego él mismo se sintió movido a escribir un libro sobre la instrucción y la sabiduría, para que, practicando sus enseñanzas, las personas deseosas de aprender puedan hacer mayores progresos viviendo de acuerdo con la ley”.
Es decir el abuelo del traductor, un judío llamado Jesús, el autor de Sirácida o Eclesiástico tuvo como fuente primaria: la ley, los profetas y los escritos, las tres partes en las que se divide el Antiguo Testamento para el pueblo judío, con lo que concluimos que ya para el tiempo de la septuaginta estaba definido el canon del Antiguo Testamento. Este escritor llamado Jesús, simplemente traducía para guardar su herencia cultural, pero no porque fuera inspirado por Dios para hacerlo. Como se ve en Eclesiástico 39 el autor era simplemente un erudito en busca del saber.
Aunque la iglesia católica dispuso cuales libros eran, para ellos, inspirados, dejaron pasar un detalle muy importante. No era tarea de los gentiles decir que libros eran palabra de Dios, sino de los judíos. Cuando leemos Romanos 3.1 y 2 entendemos: “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios”. Es clara la Biblia cuando establece que son los judíos a quienes Dios les entregó la custodia de las santas escrituras.
Los Apócrifos deuterocanónicos
Apócrifos (del griego antiguo apokryptein, "ocultar") son aquellos libros considerados fuera del canon. El término «apócrifo» fue acuñado por Jerónimo en el siglo V, para referirse básicamente a documentos judíos antiguos escritos en el período comprendido entre el último libro de las escrituras judías, Malaquías, y la venida de Jesucristo. Existen libros Apócrifos del Antiguo Testamento, los cuales fueron escondidos con el propósito de salvarlos de la persecución y la destrucción, ya que eran quemados por no ser aceptados. Son libros que, según criterio acordado, no fueron inspirados por Dios y que no forman parte de ningún canon.
Los Apócrifos pueden dividirse en Deuterocanónicos (aquellos aprobados por la iglesia católica despúes de cerrado el canon) y pseudoepígrafos (los que afirman ser de un personaje biblico pero no se creen sean reales)
Los deuterocanónicos incluidos en la biblia católica son:
1. El Libro de Tobías o Tobit
2. El Libro de Judit
3. El Libro de la Sabiduría
4. El Libro del Eclesiástico, Sirácida o Sirácides
5. El Libro de Baruc incluida la Carta de Jeremías (Baruc 6)
6. El Libro I de los Macabeos
7. El Libro II de los Macabeos
8. Las «adiciones griegas» al Libro de Ester (Ester 10:4 al 16:24)
9. Las «adiciones griegas» al Libro de Daniel
10. La Oración de Azarías (Daniel 3:24-50)
11. El Himno de los tres jóvenes (Daniel 3:51-90)
12. La Historia de Susana (Daniel 13)
13. La Historia de Bel y el Dragón (Daniel 14)
2. El Libro de Judit
3. El Libro de la Sabiduría
4. El Libro del Eclesiástico, Sirácida o Sirácides
5. El Libro de Baruc incluida la Carta de Jeremías (Baruc 6)
6. El Libro I de los Macabeos
7. El Libro II de los Macabeos
8. Las «adiciones griegas» al Libro de Ester (Ester 10:4 al 16:24)
9. Las «adiciones griegas» al Libro de Daniel
10. La Oración de Azarías (Daniel 3:24-50)
11. El Himno de los tres jóvenes (Daniel 3:51-90)
12. La Historia de Susana (Daniel 13)
13. La Historia de Bel y el Dragón (Daniel 14)
La Iglesia Ortodoxa además acepta los siguientes escritos:
1. La oración de Manasés
2. 3 Esdras
3. 4 Esdras (como apéndice en algunas iglesias eslavas)
4. El Libro III de los Macabeos
5. El Libro IV de los Macabeos (suele colocarse en forma de apéndice)
6. Salmo 151
7. Salmos de Salomón
2. 3 Esdras
3. 4 Esdras (como apéndice en algunas iglesias eslavas)
4. El Libro III de los Macabeos
5. El Libro IV de los Macabeos (suele colocarse en forma de apéndice)
6. Salmo 151
7. Salmos de Salomón
Porque no tenemos los deuterocanónicos
Errores Históricos
Hacía doce años que Nabucodonosor, rey de Asiria, reinaba en la gran ciudad de Nínive. Arfaxad, que en aquel tiempo reinaba sobre los medos, en Ecbátana, (Judit 1:1)
Contradicciones con las demás escrituras
Llegados, pues, a Babilonia, estarán allí muchísimos años y por muy largo tiempo, hasta siete generaciones, después los sacaré de allí en paz. (Baruc 6:2) (Jeremías 25:11 dice que serían 70 años)
Suicidio honroso
Cuando ya los soldados ocupaban la torre y mandaban a buscar fuego para incendiar la puerta de entrada y forzarla, Razis, viéndose cercado, se traspasó con su espada;" prefería morir noblemente antes que caer en manos de esos bandidos y sufrir ultrajes indignos de su nobleza. Pero había actuado precipitadamente y no acertó el golpe. Así pues, cuando franqueaban ya su puerta, se subió valientemente a lo alto del muro y desde allí se lanzó sobre la turba. Al retroceder la gente, Razis cayó en medio de la plaza vacía. Respiraba aún; lleno de ardor se levantó chorreando sangre y cubierto de terribles heridas. Atravesó corriendo por medio de la turba y se paró en una roca" y allí, casi sin sangre, se sacó sus entrañas y tomándolas con sus dos manos se las tiró a la turba. Luego, después de pedir al dueño de la vida y del espíritu, que se los devolviera algún día, dejó esta vida. (2 Macabeos 14:41-46)
¿Angeles humanos?
El ángel le dijo: –Yo soy Azarías, hijo del gran Ananías, uno de tus hermanos. (Tobías 5:13)
Uso de la Magia:
El ángel le dijo: "Abrelo, sácale la hiel, el corazón y el hígado y ponlos aparte antes de tirar las tripas. Pues, en realidad, son remedios muy útiles». El joven abrió el pescado y le sacó la hiel, el corazón y el hígado. Coció un trozo de pescado para comérselo y guardó el resto para salarlo. Luego continuaron juntos su camino hasta Media. Entonces el joven preguntó al ángel: "Hermano Azarías, ¿para qué sirven como remedio el corazón, la hiel y el hígado del pescado?»" Respondió: "El corazón y el hígado del pescado se queman delante de un hombre o de una mujer atormentados por un demonio o un mal espíritu, y cualquier mal desaparece completamente sin dejar huella. La hiel sirve para curar los ojos cuando hay manchas en ellos. Basta con soplarla sobre las manchas para que desaparezcan.
(Tobías 6:5-9)
(Tobías 6:5-9)
Salvación por obras
Porque la limosna libra de la muerte e impide que uno caiga en las tinieblas. La limosna es una ofrenda de gran valor para todos los que la hacen bajo la mirada del Altísimo.
(Tobías 4:10-11)
(Tobías 4:10-11)
La limosna libra de la muerte, purifica de cualquier pecado; los que dan limosna tendrán larga vida, los que cometen el pecado y la maldad, atentan contra su vida.
(Tobías 12:9-10)
(Tobías 12:9-10)
Intercesión por los muertos
Luego efectuó una colecta que le permitió mandar a Jerusalén unas dos mil monedas de plata para que se ofreciese allí un sacrificio por el pecado. Era un gesto muy bello y muy noble, motivado por el convencimiento de la resurrección. Porque si no hubiera creído que los que habían caído resucitarían, habría sido inútil y ridículo orar por los muertos. Pero él presumía que una hermosa recompensa espera a los creyentes que se acuestan en la muerte, de ahí que su inquietud fuera santa y de acuerdo con la fe. Mandó pues ofrecer ese sacrificio de expiación por los muertos para que quedaran libres de sus pecados. (2 Macabeos 12:43-45)
Maltrato a los esclavos
Da trabajo a tu esclavo y gozarás de paz; suéltale la rienda y querrá la libertad. El yugo y el cabestro hacen doblar el cogote; para el mal servidor, castigos y cadenas. Ponlo a trabajar, que no se quede ocioso, porque la ociosidad enseña la maldad. Hazlo trabajar según su capacidad, y si no obedece pon sus pies en los grillos. (Sirac 33:26-29)
Los Pseudoepígrafos
El término "Pseudepígrafos" proviene de palabras griegas que significan escritos falsos (pseudo=falso y epigraphe=inscribir) y se refiere a los escritos que intentan crear Escrituras bajo nombres falsos. En los estudios académicos, los pseudoepígrafos se refieren tanto a los apócrifos del Antiguo Testamento como a los escritos que pretenden formar parte del Nuevo Testamento y que abarcan el periodo de tiempo comprendido entre el año 300 a.C. y el 300 d.C.
Los Pseudoepígrafos relacionados con el Antiguo Testamento no incluidos en los deuterocanónicos son:
3 Macabeos
4 Macabeos
La Asunción de Moisés
1 Enoc
2 Enoc
Libro de los Jubileos
Apocalipsis Griego de Baruc (3 Baruc)
Carta de Aristeas
Vida de Adán y Eva
Martirio y Ascensión de Isaías
Salmos de Salomón
Oráculos Sibilinos
Apocalipsis Siríaco de Baruc (2 Baruc)
Testamentos de los Doce Patriarcas